Argentina obtuvo este miércoles del Fondo Monetario Internacional (FMI) un aumento del millonario crédito aprobado para estabilizar su agobiada economía, la tercera de América Latina.
El nuevo acuerdo comprende desembolsos totales por 57.100 millones de dólares, lo que representa un incremento de 7.100 millones con respecto al acuerdo previo, dijo en Nueva York el ministro argentino de Economía, Nicolás Dujovne, en una conferencia de prensa con la directora general, Christine Lagarde.
«Es el mayor programa del FMI hasta la fecha. Y tenemos confianza en Argentina», dijo Lagarde. Argentina acordó en junio con el FMI un acuerdo ‘stand by’ a tres años por 50.000 millones de dólares, del cual ya recibió 15.000 millones, en medio de una corrida cambiaria que comenzó en abril y que, tras una breve pausa,cobró nuevo impulso a fines de agosto.
Los desembolsos previstos hasta fin de año pasarán de 6.000 millones de dólares a 13.400 millones y los del año 2019 que eran por 11.400 millones de dólares fueron duplicados.
El nuevo acuerdo, que aún debe ser aprobado por la junta de directores del FMI, permitirá a Argentina superar las turbulencias de los últimos meses, afirmó Dujovne.A diferencia de lo pactado en junio, los fondos no tienen carácter precautorio sino que pueden ser utilizados como «soporte presupuestario», explicó.
La clave del acuerdo, según Lagarde, es que el presidente Mauricio Macri, que carece de mayorías en el Congreso, logre aprobar el presupuesto de 2019 para alcanzar equilibrio fiscal en 2019 y superávit primario de 1 por ciento en 2020. «La aprobación del Congreso al presupuesto de 2019 será un paso esencial», advirtió. Lagarde dijo que el programa busca «reforzar la confianza y estabilizar la economía», y apoyar a las poblaciones más vulnerables a los efectos de las políticas de ajuste.
El pedido de auxilio al FMI, desató generalizadas protestas y una jornada de huelga general el martes, en un país, aún traumado por la monumental crisis de 2001. «Siempre fue así», dijo en el centro de Buenos aires Daniel Pacheco, un empleado de 57 años.
Ante el malhumor de los argentinos, Lagarde dijo que el plan incluye mantener y aún expandir planes sociales. «Adicionalmente, si las condiciones sociales empeoran el presupuesto para prioridades sociales será aumentado ajustado dentro del acuerdo ‘stand by'», aseguró .
Prioridad: la inflación
Lagarde dijo que la ampliación del crédito implicará una política monetaria centrada en contener la inflación y una política cambiaria de flotación sin intervención. En caso de que el tipo de cambio tenga variaciones bruscas, el Banco Central podría intervenir limitadamente para evitar el desorden de las condiciones del mercado, dijo el FMI.
En Buenos Aires el presidente del Banco Central de Argentina Guido Sandleris, explicó que se permitirá la flotación libre de la moneda en un rango de entre 34 y 44 pesos por dólar. Si supera el tope, el BCRA intervendrá en el mercado con hasta 150 millones de dólares diarios. Este miércoles el desvalorizado peso argentino cerró a 39,45 por dolar.
«Se inicia una nueva etapa donde dejamos atrás las intervenciones bancarias y volvemos a enfocarnos en la política monetaria como ancla», aseguró Sandleris. El funcionario asumió el martes luego de que renunciara Luis Caputo quien, según algunos analistas, estaba en desacuerdo con el FMI sobre la estrategia monetaria a aplicar.
En busca de confianza
El préstamo obtenido no generó confianza en los mercados los cuales huyeron hacia el dolar. Macri pidió entonces al FMI un desembolso acelerado de los restantes 35.000 millones de dólares para enfrentar la volatilidad y mostrar que puede honrar los compromisos hasta fines de 2019.
Lagarde dijo que «la inflación persistentemente alta continúa erosionando la base de la prosperidad económica en Argentina» y para enfrentarla, las «autoridades cambiarán hacia un régimen de política monetaria más fuerte, más simple y verificable».
Lagarde explicó que Argentina mantendrá las tasas de corto plazo en su actual nivel de 60 por ciento con el objetivo de reducir rápidamente la inflación, que se espera llegue al 40 por ciento para fin de año. El peso argentino perdió alrededor del 50 por ciento ante el dólar desde el comienzo del año. Desde entonces, Macri presentó medidas de austeridad enormemente impopulares, que incluyen reducir a la mitad el número de ministerios del gobierno y restablecer impuestos a las exportaciones de granos.