La situación que se vive en Venezuela ha generado que más de dos millones de ciudadanos dejen el país en busca de nuevas oportunidades. Este fue el caso de Stela Domador-Kuzma, una banquera de 34 años que decidió irse a Gran Bretaña para huir de la inseguridad que se vive en su país natal.
La mujer lo había dejado todo hace 4 años cuando se mudó a Bournemouth sin imaginarse el fatídico destino que iba a vivir en esta ciudad. Los hechos se produjeron el 8 de julio justo una semana después de que la mujer, que trabajaba en el banco Barclays, se cambiara a un departamento en el que se compartía la cocina y el baño pero tenía habitaciones independientes.
Uno de los habitantes de la residencia era Ryan Thorton, un chef de 20 años que antes de perpetrar su ataque había consumido altas cantidades de marihuana. El hombre aprovechó que la venezolana no había cerrado su cuarto para asaltarla con un cuchillo y cinta adhesiva a la media noche.
Thorton tenía una inclinación por los videos pornográficos de violaciones y tenía la intención de cumplir su fantasía con la venezolana justo después de ver un video de este tipo. Aunque Domador-Kuzma intentó defenderse, el hombre le dio 17 puñaladas. El hombre abusó de ella al parecer después de que hubiera perdido la vida.
El hombre cumplía años el día del crimen. Fue encontrado por los empleados de un bar con heridas en la rodilla y en la mano; él sostuvo que había sido asaltado y que su atacante había huído en el acto.
Para verificar lo sucedido, los oficiales salieron con perros en donde supuestamente había sido el asalto pero no encontraron nada por lo que temieron por la seguridad de los compañeros de cuarto de la supuesta víctima.
Cuando fueron a la casa encontraron un computador portátil de Thorton con varios videos de pornografía violenta e imágenes indecentes de niños.
Los policías decidieron revisar los otros cuartos y hallaron el cuerpo sin vida de la mujer cubierto con un edredón. Domador-Kuzma tenía 17 puñaladas en varias partes del cuerpo como el cuello, pecho, brazo izquierdo y la pierna izquierda.
Otra imagen también tenía el retrato de un hombre joven acompañada por el texto: «No violo, hago sexo inesperado».
Matthew Jewell, fiscal del caso, señaló que el hombre no tenía ninguna cercanía con la venezolana más allá de ser su compañera de cuarto.
En el juicio se leyó una declaración de Ola, la madre de Stela, en la que señaló que se había mudado a Gran Bretaña para sentirse segura. «Stela salió de Venezuela con la esperanza de encontrar un nuevo hogar. Un lugar donde ella se sintiera segura, donde existen la justicia y la ley. Ella eligió Reino Unido por sus oportunidades de trabajo y una sociedad segura», señaló.
«He extrañado no tener a Stela conmigo todos los días durante los últimos cuatro años, pero sabía que estaba a sólo una llamada de distancia. Ahora, cada vez que quiero llegar a ella tengo que enfrentar la realidad de que ya no está con nosotros. No tengo palabras para expresar cuánto me duele.
«La pérdida violenta, trágica, inesperada e irreparable de nuestra amada Stela, ha causado un profundo dolor. Nadie merece que su bella vida termine de una manera tan desgarradora».
Nigel Lickley, el abogado de Thorton, dijo que era “solitario y aislado”. Además agregó que su defendido había planeado cumplir una fantasía que había visto en los videos pero que en la vida real, el escucharla gritar, le generó una reacción de pánico.
Thornton aceptó ser el autor del asesinato y 11 cargos por poseer imágenes indecentes de niños y podría ser condenado a 22 años en prisión.