Eliminar unilateralmente y de un plumazo la ciudadanía por nacimiento. Es la última propuesta en materia migratoria del presidente Donald Trump, quien ha anunciado que firmará un decreto presidencial que revocará el derecho a la ciudadanía a los bebés de personas sin ciudadanía estadounidense e inmigrantes que se encuentren ilegalmente en el país.
Durante una entrevista con ‘Axios’, Trump -que ha ordenado el despliegue de otros 5.200 militares en la frontera con México en respuesta a las caravanas de inmigrantes- ha justificado la medida asegurando que EEUU «es el único país del mundo donde una persona viene y tiene un bebé, y el bebé es prácticamente un ciudadano de Estados Unidos (…) con todos esos beneficios (…) Es ridículo. Es ridículo». «Está en proceso. Esto ocurrirá (…) con un decreto presidencial», añadió.
El presidente no ha aclarado cuándo firmaría ese decreto ni si cuenta con la autoridad para arrebatar la ciudadanía a las personas que han nacido en territorio estadoundiense. La medida provocará una batalla legal, que podría llegar al Tribunal Supremo, sobre su autoridad para emitir decretos presidenciales con unas consecuencias tan amplias. En la entrevista, Trump ha asegurado que «no es necesaria una enmienda constitucional» para aplicar su propuesta.
Ayer, Trump anunció su intención de construir «ciudades de carpas» donde detener a las miles de personas que avanzan hacia EEUU en dos caravanas migratorias y a los centroamericanos que pidan asilo mientras se resuelven sus solicitudes. El presidente recordó que Washington rechaza la mayoría de las solicitudes de asilo de centroamericanos -cerca de un 80%-, pero que «nadie aparece» en las audiencias que pueden celebrarse años después de su llegada al territorio estadounidense.
«Vamos a construir ciudades de carpas, vamos a poner carpas por todos lados, no vamos a construir estructuras -gastar cientos de millones de dólares-, vamos a tener carpas, van a ser muy bonitas, y (los migrantes) van a esperar, y si no reciben asilo se van a ir», dijo Trump en una entrevista en Fox News. «Cuando se den cuenta de que pasa eso, vamos a tener mucha menos gente viniendo«, añadió.
Trump ha calificado de «invasión» las caravanas de inmigrantes, la gasolina perfecta para su retórica antiinmigración a pocos días de las cruciales elecciones de medio mandato. El presidente ha demostrado un asombroso instinto político al agitar y movilizar sus bases de cara a estos comicios, pese a que las probabilidades estaban en su contra. El mandatario encabezará once mítines en ocho estados durante los seis días de recta final antes de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, con el objetivo de implicarse más que sus predecesores en los comicios que definen quién controla el Congreso.
Para el día de las elecciones, Trump habrá sumado 30 mítines en dos meses, de los que un tercio estarán concentrados entre esta semana y el próximo lunes, con dos y hasta tres actos políticos al día. Florida acogerá dos de los mítines, uno el miércoles 31 en Fort Myers y otro el sábado 3 en Pensacola, una señal de la importancia que da la Casa Blanca a las victorias republicanas en este estado clave, uno en los que ganó el presidente en 2016. Las encuestas revelan una carrera muy ajustada tanto en la lucha por la gobernación de Florida -entre el republicano Ron DeSantis y el demócrata Andrew Gillum- como en la batalla del aspirante conservador Rick Scott por robarle el escaño en el Senado al progresista Bill Nelson.