La Policía alemana detuvo hoy a seis ultraderechistas por sospechas de pertenencia a una organización terrorista surgida a raíz de los incidentes neonazis de Chemnitz (este del país), en el marco de una investigación de la Fiscalía federal contra siete personas.
Siete hombres de entre 20 y 30 años, según la fiscalía, fueron detenidos por la Policía alemana por sospechas de pertenecer a una organización terrorista. Los detenidos provienen de Chemnitz, aunque las detenciones tuvieron lugar tanto en el «Land» de Baviera (sur) como en el de Sajonia, al que pertenece esa ciudad.
En el operativo en el que se produjeron las detenciones participaron las policías regionales de ambos estados federados, con la intervención de unos cien agentes.
El presunto jefe del grupo, un hombre de 31 años identificado como Christian K., ya había sido detenido el 14 de septiembre.
La Fiscalía investiga ahora si los sospechosos están implicados en los disturbios ocurridos a finales de agosto en Chemnitz, cuando la muerte de un alemán de 35 años de origen cubano a manos presuntamente de peticionarios de asilo desencadenó incidentes xenófobos.
Una portavoz de la Fiscalía explicó que, aunque no está clara su intervención directa o indirecta en esos disturbios, se considera «probable» que así fuera.
Según informaciones del diario «Süddeutsche Zeitung», el grupo pretendía seguir la línea de la célula neonazi «Clandestinidad Nacionalsocialista» (NSU), responsable entre 2000 y 2007 de la muerte de nueve inmigrantes y una agente policial.
La existencia del grupo salió a relucir en 2011 a raíz del suicidio de dos de sus integrantes, acosados por la Policía tras atracar un banco, mientras que la tercer miembro del grupo y única superviviente, Beate Zschäpe, fue condenada a cadena perpetua hace unos meses, tras un largo proceso.
De acuerdo con dicho rotativo, los presuntos terroristas ahora detenidos planeaban atentar contra políticos, periodistas y «enemigos políticos» y su máxima ambición política era derogar la República Federal de Alemania (RFA).
Dos de los detenidos prestaron ya declaración ante la Fiscalía, que dictó prisión provisional contra ellos.
Los siete hombres, que se autodenominaban «Revolución Chemnitz», planeaban presuntamente cometer ataques y atentados contra extranjeros y personas que consideraban de izquierdas o de «ideología enemiga».
Los sospechosos habían empezado a buscar fórmulas para obtener armas de fuego.
El grupo «Revolución Chemnitz» se creó a más tardar, según la fiscalía, el 11 de septiembre, poco después de los incidentes xenófobos en esa ciudad del este de Alemania.
Cinco de los sospechosos participaron en ataques a extranjeros en Chemnitz el 14 de septiembre lo que se considera que pudo haber sido sólo un ensayo para una acción más radical que debía tener lugar coincidiendo con el Día de la Unidad alemana, que se celebra el 3 de octubre.
El ministro del Interior y líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Horst Seehofer, aseguró en una breve comparecencia que las detenciones realizadas de forma coordinada en Sajonia y en su estado «son la evidencia de que actuamos con tolerancia cero ante cualquier extremismo, sea de derechas o de otro tipo».
«No estamos ciegos de ningún ojo», añadió, en alusión a un viejo reproche de la izquierda alemana, según el cual las fuerzas de seguridad alemanas sufren ceguera «del ojo derecho».
Esta acusación salió de nuevo a colación a raíz de las declaraciones del jefe de los servicios secretos de Interior, Hans Georg Maassen, que cuestionó la veracidad de las «cacerías de extranjeros» desencadenadas en Chemnitz tras la muerte del joven alemán.
Maassen acabó siendo relevado de su puesto, tras un largo tira y afloja en el seno de la gran coalición que lidera Merkel, ya que mientras Seehofer mantenía su respaldo al jefe de sus servicios secretos, sus socios socialdemócratas exigían su cese.
«La extrema derecha existe y actúa en todos los estados federados y también internacionalmente» añadió Seehofer, que salió así al paso a otra afirmación muy común en el país, consistente en considerar el este alemán y especialmente Sajonia como territorio propicio a la ultraderecha.