Cantante urbano trabaja como asistente clínico

La vida del panameño Roy Navarro cambió desde que la música se convirtió en su horizonte. Quien comenzó cantando frente a sus amigos ahora muestra su talento ante un público internacional.

Este panameño de 29 años de edad, nacido en Tocumen, es alegre y simpático. En cada palabra demuestra su pasión por lo que hace pues con orgullo habla de su talento, siempre con una sonrisa dibujada en su rostro.

Al hablar con el ser humano detrás del reconocido nombre artístico ‘Reyi’, se le puede sentir la buena energía que maneja. La luz y el amor que irradian sus palabras al hablar de su hija Kimberly, aquella pequeña de ocho años de edad que se siente orgullosa de quien es su padre, su modelo a seguir, “su héroe, su todo”, tal y como él cuenta; es más un cuento personificado donde el rey hace lo mejor para su princesa.

Su carrera musical comenzó gracias a la participación en una emisora de su país natal, lo que le abrió las puertas para lograr ser quien es ahora. “Al comienzo eramos 100, luego fueron recortando hasta que llegamos a lo que era el concurso en sí donde solo quedamos 12 y ahí tuve la oportunidad de ganarme ese concurso”, abriendo caminos para comenzar lo que sería una exitosa trayectoria con la productora Coyote Music por más de un año.

Con una gran sonrisa cuenta cómo fue su infancia, pues siendo el menor de cuatro hermanos, “el niño de la casa”, disfrutaba mucho estar con sus amigos. “En ese tiempo no existía tanto la tecnología. Me gustaba mucho jugar canicas, trompo, yoyo, a las escondidas”; su felicidad estaba en hacer cada cosa que se le ocurriera pues, según él, “era muy hiperactivo”.

Cuando comenzó la vida artística, no recibió todo el apoyo de su padre; Roy asegura que es una persona estricta y que siempre le pidió que se enfocara en su carrera pues las cosas no son tan fáciles como creía; sin embargo, sí recibió “full apoyo” de su madre, quien hace que siga luchando por alcanzar su sueño de ser uno de los intérpretes más reconocidos en la música.

Sus días están enfocados en jugar y compartir con su hija, con la luz de sus ojos, y con su madre al tener una vida familiar que describe como amorosa.

“No le copio a nadie”

Las canciones, en su mayoría, son de su autoría y todas son parte de una vivencia, ya sea propia o de las personas que lo rodean, lo que hace que tengan una gran carga emocional y puedan hacer que quienes las escuchen se sientan identificados.

“Para poder hacer lo que hago y que me guste y poder sacar los temas, siempre tengo que sacar algo de mí. Expresar en cada tema lo que yo paso”, aseguró el artista a Kienyke.com.

Su reconocimiento en las vías públicas, el acercamiento con quienes le piden una fotografía o un autógrafo, es lo que alimenta su alma artística. Saber que las personas aplauden su música y apoyan su talento hace que se levante día a día con ganas de más ‘Reyi’.

Asegura que su fuerte es la música urbana y considera que su diferencia con los demás artistas del género es su originalidad porque “no le copio a nadie”.

Sus melodías han tenido auge en Argentina, México, Nicaragua y las ha puesto a sonar en varias emisoras y canales de la ciudad de Medellín, Colombia, por ser esta la ‘capital del reguetón’ y la ciudad que vio nacer a su artista favorito, el famoso J Balvin, quien por su estilo y la jocosidad de sus videos ha sido el referente del panameño, aunque afirma que le gustaría hacer colaboraciones con todos los artistas colombianos.

Actualmente continua ejerciendo su profesión como asistente clínico en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid de la ciudad capital. A estas duras jornadas se le suman las de grabaciones musicales con Macario Music, productora con la que lleva tres años de trabajo, algo que sería difícil de sobrellevar para otras personas, pero no para este soñador que describe su música como “fascinante, cautivadora y que llega a los corazones de todo el mundo”.