Canadá se enfrenta a un dilema si Estados Unidos envía municiones de racimo a Ucrania
Canadá se enfrenta a un dilema si Estados Unidos envía municiones de racimo a Ucrania. Como aliado de Ucrania en la OTAN, Canadá ha firmado un pacto en 2010 que prohíbe el uso de este tipo de armamento. Sin embargo, Estados Unidos ha decidido enviar municiones de racimo a Ucrania como parte de un paquete de ayuda militar valuado en 800 millones de dólares. Se espera que esta decisión genere indignación entre los grupos humanitarios y críticas por parte de los aliados de Ucrania en la OTAN y la Unión Europea, quienes se oponen al uso de estas armas desde hace tiempo.
Las municiones de racimo son bombas que se abren en el aire y liberan bombetas más pequeñas que abarcan un área amplia. Estas bombetas están diseñadas para destruir tanques, equipos y tropas, alcanzando múltiples objetivos al mismo tiempo. Las municiones de racimo que Estados Unidos planea enviar se basan en un proyectil de 155 mm que ya se utiliza en el campo de batalla y que es lanzado por las mismas armas de artillería proporcionadas a Ucrania.
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El porcentaje de fallos de estas municiones es un factor importante. En conflictos anteriores, las municiones de racimo tenían un alto porcentaje de proyectiles sin explotar, lo que resultaba en miles de bombetas que quedaban en el terreno y causaban muertes y mutilaciones a civiles. El impacto de estas bombetas sin explotar puede persistir durante décadas, como se ha visto en regiones del sudeste asiático afectadas por explosivos de la Guerra de Vietnam. Aunque una ley estadounidense de 2009 prohíbe la exportación de municiones de racimo con tasas de fallo de bombetas superiores al 1%, el presidente estadounidense puede renunciar a esa prohibición.
Canadá ha sido un líder en el movimiento internacional para limitar el daño causado por armas como las minas terrestres y las municiones de racimo. El gobierno canadiense ha ayudado a liderar la firma de la Convención de Ottawa en 1997, en la que más de 100 países se comprometieron a prohibir las minas terrestres. Canadá también es uno de los países de la OTAN que ha firmado una convención en 2010 que prohíbe el uso, producción y almacenamiento de municiones de racimo.
La decisión de enviar municiones de racimo a Ucrania plantea un desafío para Canadá, ya que va en contra de sus compromisos internacionales y su liderazgo en el movimiento para limitar el daño causado por estas armas.
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