Miguel Mateos, la voz de mando del rock en español

El argentino, llamado el jefe del rock en castellano, se presenta este sábado en Bogotá, en donde interpretará clásicos como “Obsesión”, “Cuando seas grande” y “Malos pensamientos”.

Su psicóloga de cabecera tiene nombre, pero no apellido: música. Ella, simultáneamente, ejerce las veces de sanadora y las labores de la más hábil de las curadoras. Por eso y después de más de cuatro décadas de actividad musical, Miguel Mateos no puede establecer lo que sería su vida sin aquello que él considera como la manifestación artística más completa.

En la ya lejana década del 80 Mateos recibió la denominación del Jefe del rock en español, por ser uno de los pioneros en exportar el talento argentino hacia los oídos de México y Colombia. Hoy, sigue luciendo ese cartel con orgullo y se siente, en realidad, el jefe gracias al cariño y el respeto del público que todavía guarda sus versos en el corazón y los expone de corrido en cualquier fiesta de las denominadas retro.

“Soy un artista surgido en los 80, así que esa década es muy importante para mí, pero no considero que sea exclusivo de esos años porque surgí en los 80, atravesé los 90 y sigo triunfando en el nuevo milenio. No reniego de mis viejas canciones, porque forman parte fundamental del corazón de mucha gente y por eso las respeto inmensamente”, comenta Miguel Mateos, quien estudió música en el Conservatorio Municipal Manuel de Falla y su primera banda fue ZAS, la agrupación que, con el paso del tiempo y el arribo de la fama, se convirtió en su colectivo de respaldo.

Este artista, nacido en Buenos Aires (Argentina), se siente en su ambiente natural cuando escucha tango, pero también es capaz de identificar las bondades de la denominada canción social y, por supuesto, conoce como la palma de su mano el rock de habla hispana. Dentro de sus gustos, las posibilidades son infinitas, ya en cuanto a sus intereses artísticos, el rango se va limitando y dice que lo que más se ajusta a su medida es, por supuesto, el rock en español.

“Yo tuve un álbum que se llamó Huevos (1982), con ZAS, en el que implorábamos por la restauración de la democracia porque había dictadura militar y recuerdo que decía: “En la cocina hacen falta huevos”, cuando en realidad queríamos decir: “En Argentina hacen falta huevos”, pero en la radio no la podían pasar nunca. Por eso y con canciones como esta es que pienso que los límites musicales no existen entre el rock y la nueva canción se diluyen con facilidad”, manifestó Miguel Mateos, cuyos más recientes trabajos discográficos son Fidelidad (2008), La alegría ha vuelto a la ciudad (2013), Electropop (2016) y Undotrecua (2019).

No es casualidad que Miguel Mateos lidere los carteles más importantes de la nostalgia del rock en español de los años 80 y los 90. Por eso, el argentino echará mano a su repertorio para prender la máquina del tiempo y ubicar a los asistentes al Festival Cassette, como se ha denominado este encuentro, en tal vez la banda sonora de sus mejores años.

 

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